Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, los riesgos del calor en personas mayores se multiplican. En zonas como Boadilla del Monte, Majadahonda, Alcorcón, Villaviciosa de Odón y alrededores, donde las olas de calor pueden ser intensas, es fundamental extremar las precauciones para proteger la salud de nuestros mayores.
Todo esto hace que sean más susceptibles a golpes de calor, bajadas de tensión y cuadros de deshidratación, que pueden derivar en hospitalizaciones o incluso complicaciones graves
Según el Instituto de Salud Carlos III, en la ola de calor de 2022 se estimaron más de 4.700 muertes atribuibles a las altas temperaturas, siendo el 80% de las víctimas mayores de 65 años. Además, se ha documentado que durante periodos de calor extremo las hospitalizaciones por deshidratación y complicaciones cardiovasculares aumentan hasta un 20% en este grupo.
El Ministerio de Sanidad alerta cada verano del impacto del calor en la población mayor, señalando que los ancianos son especialmente vulnerables debido a su menor percepción de la sed y a problemas para regular su temperatura corporal.
Utilizar prendas frescas, de algodón y colores claros.
Limitar salidas entre las 12 y las 18 horas, y mantener las persianas bajadas en casa.
Optar por frutas, verduras y platos frescos que aporten agua y minerales.
Mantener el hogar bien ventilado y fresco
Si hay somnolencia excesiva, confusión o fiebre sin causa aparente, acudir al médico.
Controlar con frecuencia la temperatura corporal del adulto mayor es clave para detectar cualquier alteración a tiempo. Durante el verano, también es importante consultar con el médico la medicación habitual, ya que algunas dosis pueden necesitar ajustes. En los días más calurosos, cuando salir resulta complicado, brindar acompañamiento emocional ayuda a evitar el aislamiento o la tristeza. Además, conviene establecer una rutina diaria equilibrada, que incluya pausas de descanso, una hidratación constante y algo de actividad ligera.
El verano puede disfrutarse plenamente a cualquier edad si se actúa con responsabilidad. Aunque los mayores son especialmente sensibles a las altas temperaturas, una correcta organización, una ingesta adecuada de líquidos y un seguimiento atento permiten prevenir golpes de calor y disfrutar de una buena calidad de vida durante esta temporada.
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