La Ley de Dependencia en España, oficialmente conocida como Ley 39/2006, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, es una legislación que garantiza la protección y atención a individuos en estado de dependencia.
Esta ley establece que la autonomía personal es la capacidad de controlar decisiones personales y realizar actividades básicas diarias, mientras que la dependencia se refiere al estado permanente en el que se encuentran personas que necesitan ayuda debido a la edad, enfermedad o discapacidad
La Ley de Dependencia permite acceder a prestaciones a aquellas personas reconocidas como dependientes en los grados establecidos por la ley, siempre que cumplan con requisitos como tener nacionalidad española, residir en España durante un período específico y ser evaluados como dependientes por el órgano competente de la Comunidad Autónoma correspondiente.
Esta ley abarca a personas que no pueden valerse por sí mismas y establece servicios públicos y privados para atender sus necesidades, desde servicios asistenciales hasta prestaciones económicas. En España, esta legislación ha sido fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas vulnerables y sus familias, ofreciendo apoyo integral, servicios domiciliarios, residenciales, ayudas técnicas y económicas según el grado de dependencia evaluado
La ayuda contempla tres grados de dependencia, los cuales son:
Dependencia moderada: Este grado se refiere a las personas que necesitan ayuda para realizar actividades básicas de la vida cotidiana de forma intermitente, limitando moderadamente su autonomía personal
Dependencia severa: En este grado, las personas en situación de dependencia severa requieren ayuda para realizar actividades básicas de la vida dos o tres veces al día, sin necesitar apoyo permanente
Gran dependencia: Se reconoce este grado a las personas que necesitan ayuda para llevar a cabo la mayoría de las actividades básicas durante el día, perdiendo totalmente su autonomía física, mental, intelectual o sensorial y requiriendo apoyo permanente de otra persona
Para determinar si una persona está en una situación de dependencia, se realiza una evaluación por parte de un profesional cualificado con formación en el Baremo de Valoración de la Situación de Dependencia (BVD). Esta evaluación se lleva a cabo en el hogar del solicitante y considera informes médicos, el contexto de vida y, en caso necesario, la prescripción de ayudas técnicas. Los menores de 3 años son evaluados en el Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI) por personal médico utilizando la Escala de Valoración Específica (EVE).
En la evaluación de personas mayores de 3 años, se emplea el Baremo de Valoración de la Situación de Dependencia (BVD), que analiza la habilidad de la persona para realizar actividades fundamentales de la vida cotidiana, como el autocuidado, la movilidad esencial, la orientación, la comprensión y la ejecución de tareas simples, además de evaluar la necesidad de asistencia por parte de terceros.
Para los niños y niñas de 0 a 3 años, la evaluación es llevada a cabo por personal médico en el CRECOVI. Se utiliza el EVE, que evalúa la capacidad para realizar diversas actividades como sostener la cabeza, ponerse de pie, caminar sin ayuda, succionar, y fijar la mirada, entre otras. Esta evaluación no es permanente y puede ser revisada automáticamente cada seis meses. A partir de los 36 meses, los menores deben ser reevaluados utilizando el BVD.
Para solicitar los beneficios de la Ley de Dependencia en España, se debe seguir un procedimiento específico. En primer lugar, se debe acudir a los servicios sociales municipales o a los centros de atención primaria, donde un trabajador social evaluará la situación y ofrecerá orientación sobre los pasos a seguir.
Los requisitos para solicitar estas ayudas incluyen estar en una situación de dependencia estable y no reversible, residir en la comunidad autónoma donde se solicita la ayuda y haber vivido allí durante al menos cinco años, de los cuales dos deben ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud.
La solicitud puede ser realizada por la persona que necesita asistencia, un familiar, un representante legal o una administración pública, y al presentarla, se debe completar un formulario con información personal y administrativa, así como adjuntar un informe médico específico. El grado de dependencia solo puede ser determinado por la Administración Pública a través del Servicio de Valoración de la Dependencia
Una vez completada la evaluación, se elabora el Programa Individual de Atención (PIA), donde se determina la forma más adecuada de intervención para atender a la persona, ya sea a través de un servicio específico o una prestación económica, según sus necesidades y siempre que cumpla con los requisitos establecidos para el servicio o prestación solicitada, así como con el régimen de compatibilidades entre ellos.
Es importante destacar que, en términos generales, todos los servicios y prestaciones son incompatibles entre sí, excepto en los casos de los servicios de prevención y promoción de la autonomía personal, el servicio de teleasistencia, y los servicios de ayuda a domicilio no intensiva y centro de día en grados II y III.
También tenemos personas queridas que necesitan ayuda o cuidados, por eso sabemos lo importante que son para ti.