Cuando una persona mayor es ingresada en un hospital, ya sea por una intervención programada o una urgencia, la familia se enfrenta a una situación de alto estrés. Más allá del proceso médico, surgen muchas preguntas: ¿Quién está con mi familiar cuando no puedo estar yo? ¿Quién se asegura de que tome sus medicamentos? ¿Y si se desorienta por la noche? Es en este contexto donde cobra gran valor la figura del cuidador de personas mayores en hospitales.
El cuidador en hospital no sustituye al personal sanitario, pero sí cumple un papel complementario clave. Sus funciones se adaptan a la situación del paciente y al horario contratado (puede ser durante el día, la noche o las 24 horas):
para evitar la sensación de soledad o desorientación.
especialmente por la noche, para prevenir caídas o conductas de riesgo.
si el hospital lo permite.
asegurando que la persona coma si necesita asistencia.
especialmente en pacientes con demencia o Alzheimer.
fluida con el personal médico y la familia sobre el estado del paciente.
Nos adaptamos a las necesidades de cada caso:
acompañamiento durante las visitas médicas, comidas, ejercicios, etc.
vigilancia mientras el paciente duerme o si sufre alteraciones nocturnas.
ideal para ingresos prolongados o cuando la familia no puede turnarse.
Todos nuestros cuidadores tienen experiencia en entornos hospitalarios y conocen los protocolos habituales de centros como: .
Contar con un cuidador durante una hospitalización aporta múltiples beneficios tanto para el paciente como para su familia. El paciente se siente acompañado, seguro y menos desorientado, lo que favorece su estado emocional y su recuperación. Además, recibe ayuda constante en tareas básicas como la alimentación o la movilidad, reduciendo el riesgo de caídas o complicaciones. Para la familia, representa una gran tranquilidad saber que su ser querido está atendido por un profesional capacitado, lo que permite descansar, trabajar o simplemente gestionar mejor la situación sin culpa ni agotamiento. Es una inversión en salud, confianza y bienestar mutuo.
«Mi padre fue ingresado por una neumonía y no podíamos turnarnos entre semana. Contratamos una cuidadora nocturna que fue un ángel. Atenta, respetuosa y siempre informada. Nos salvó la vida.»
Un ingreso hospitalario es siempre un momento vulnerable, tanto para el paciente como para su entorno. Contar con un cuidador de personas mayores en hospitales no solo mejora la experiencia del paciente, sino que ofrece un alivio real a las familias.
Si estás atravesando una situación similar y necesitas ayuda, contáctanos hoy mismo. En cuidado-de-personas-mayores.org te ayudamos a encontrar la persona adecuada para que tu ser querido esté cuidado, acompañado y seguro durante su estancia en el hospital.
También tenemos personas queridas que necesitan ayuda o cuidados, por eso sabemos lo importante que son para ti.
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